En los primeros años de su reino, Nerón había echo construir la “Domus Transitoria” destinada a enlazar todos sus terrenos. En el curso del terrible incendio del 64 d.C. la casa se quemó por completo y como consecuencia fue necesario la construcción de una nueva casa imperial, la Domus Aurea. El nombre deriva del latín, literalmente “casa de oro”. Tomó este nombre extravagante gracias a los revestimientos en oro colado deseados por el emperador en los techos embellecido con piedras semipreciosas y laminas de marfil. La villa se extendía aproximadamente en 250 hectáreas, la mayor parte de la superficie estaba ocupada por jardines con pabellones destinados a las fiestas. Al centro de los jardines que comprendían bosques y viñedos enteros existía un lago en parte artificial, en el cual sucesivamente surgiría el Coliseo.
Nerón encargo aunque una enorme estatua en bronce de aproximadamente treinta y cinco metros representándose así mismo, vestido con el traje del dios Sol romano, Apolo. La estatua fue puesta en la entrada principal del Palacio, mirando hacia el Cole Palatino. La estatua ha sido readaptada en el curso de los años con la cabeza de varios sucesores de Nerón, antes que Adrián lo moviera para construir el anfiteatro Flavio, fue comúnmente llamado Coliseo.
La demora era esencialmente una villa para las fiestas con aproximadamente trecientas estancias y ninguna usada para zona noche, tanto que no han sido encontrados cocinas o baños. Las salas eran finamente revestidas en mármol fino policromo. Los pisos eran caracterizados por la presencia de piscinas y en los corredores se encontraban las fuentes.
Nerón se interesó mucho en el proyecto, tanto así que supervisaba los arquitectos encargados de la realización de la villa. Las extravagancia deseadas por Nerón en la Domus Aurea, tuvieron repercusiones en el futuro: los arquitectos proyectaron dos comedores en modo que apoyaran un jardín octagonal, donde se encontraba una enorme cúpula que dejaba entrar la luz del Sol.
La cúpula estaba construida en cemento, la primera parte de la cúpula sigue un andamiento en pedazos octagonales (como la cúpula de Bruneleschi en Florencia), mientras la segunda tiene una forma circular. La parte central, desarrollaba una función de triclinio romano donde el emperador se personificaba en el dios Apolo.
Los finos mosaicos eran prevalentemente destinados al revestimiento de los pavimentos, pero luego Nerón decidió de decorar de mosaico aunque los techos de algunas salas anticipando una de las características del arte Cristiano. Hoy solo han quedado pocos fragmentos.
Se cree que los arquitectos Celere y Severo, diseñadores de la Domus, habían creado un innovador e ingenioso mecanismo para hacer que el techo se moviera y diera vueltas como el cielo de la astronomía antigua, todo acompañado de una bajada de pétalos de rosa y perfume durante el desarrollo de los banquetes.
Nerón era obsesionado de la organización de fiestas que celebraran su grandeza y poder, tanto de verlos como verdaderas y propias obras de arte.
Después de la muerte de Nerón, la demora vino despojada de sus revestimientos preciosos. Sobre el terreno donde surgía la Domus Aurea fueron construidas las Termas de Tito, el templo de Venus a Roma y el Coliseo. En cuarenta años la Domus Aurea vino totalmente sepulta bajo nuevas construcciones.
La sepultura pero ayudó a sobrevivir las pinturas, la arena funcionó como por las cenizas volcánicas de Pompeya, protegiéndolos de la humedad.
Verso los fines del siglo XV, un joven romano cayó accidentalmente en una gruta, un terreno que pertenecía a la Domus Aurea. La gruta era revestida de figuras pintadas. Luego la voz se propago y los jóvenes artistas de Roma, se calaban en el interior de la gruta para admirar los antiguos fresco sugestivos. Hoy los frescos resultan descoloridos, pero fueron estudiados en el curso del Renacimiento por artistas como Miguel Ángel y Rafael. Rafael incluso tomó inspiración de los frescos de la Domus Aurea para la realización de las Logge Vaticanas. Gracias al descubrimiento de estas pinturas, fue acuñado al termine “grotesco”.
La Domus Aurea ha sido objeto de una larga restauración, la reapertura era prevista para enero del 2007, pero el grande monumento continuaba a sufrir por la presencia de tráfico de la capital y por las raíces de los árboles que se infiltraban en el terreno creando mayores dificultades. Por esta razón las operaciones de restauro fueron andando muy lentamente.
El 30 de marzo 2010 se derrumbó la volta del ingreso de una galería. Esto hizo que se alargara el periodo de cierre al público del sitio arqueológico. Hasta el año 2015.
